
– Fuente: SL24.com.ar –
Una de las organizaciones obreras salió públicamente a acusar al otro por firmar acuerdos pro.patronales. «Que salgan a explicar», espetó el dirigente. El otro sindicato le contestó: «No firmamos baja salarial ni suspensiones»
os gremios se disputan la representatividad de los trabajadores de un reconocida empresa química en San Lorenzo y uno de ellos salió con declaraciones públicas muy dura para con el otro al acusarlos de haber firmado un acuerdo “pro-patronal” con el que avaló la suspensión de operarios y una rebaja en los salarios.
El responsable de tal versión fue Juan Cappa, secretario adjunto del Sindicato Obrero y Empleados Petroquímicos Único (SOEPU) y tuvo como destino a sus pares del Sindicato Químico de San Lorenzo, que la pasada semana firmó un acuerdo con la firma IDM para sostener al plantel de obreros sin suspensiones ni despidos, ni rebaja salarial, a pesar que la producción de la firma está casi paralizada a raíz de problemas técnicos (días atrás, una fuerte tormenta derribó la chimenea del horno principal de la planta industrial). Así al menos lo explicó Julio Barroso, su secretario general.
“Nosotros no estamos en conflicto y no hay recortes laborales en cuanto a los afiliados dentro del convenio químico; hay otros compañeros que tienen el convenio de camioneros, por ejemplo, y que su gremio deberá resolver su continuidad laboral con la patronal”, empezó diciendo Barroso en un reportaje a FM 101.1
Al consultarlo sobre suspensiones entre empleados afiliados a SOEPU, el gremialista lo negó. “Entiendo que SOEPU no tiene suspensiones porque les aplican el mismo convenio”, detalló.
De esta manera, el sindicalista de los químicos desmintió la versión que vienen sosteniendo desde los petroquímicos respecto a una treintena de suspendidos.
Vale aclarar que la empresa tuvo, desde su nacimiento, empleados contenidos bajo el convenio colectivo de trabajo de los químicos, y que con el correr de los años, el otro gremio se autoajudicó representatividad porque aludió que en la planta hay un proceso de fabricación de solventes y otros productos devenidos de la destilación de hidrocarburos (en su origen, la actividad de IDM era solo la del tratamiento de residuos industriales, pero con el correr de los años se sumaron otras actividades), a pesar que la patronal nunca lo aceptó.
Tras una larga discusión, la Justicia dictaminó una medida cautelar dando la razón al planteo empresarial; ergo, el SOEPU no tiene injerencia entre los trabajadores de la empresa y es por ello la aclaración de Barroso al indicar que los obreros que se reconocen como petroquímicos “se les aplican el convenio de los químicos”.
El Sindicato Químico emitió un comunicado oficial donde detalla los alcances del acuerdo suscripto con IDM y ratificado por el Ministerio de Trabajo, detallando que los sueldos se seguirán pagando en su totalidad y que los obreros mantendrán sus puestos de empleo mientras dure la crisis productiva, y por ende económica, de la empresa.
“Luego que delegados del Sindicato Químico en la fábrica IDM pusieran a consideración de sus afiliados lo actuado por los representantes sindicales en el Ministerio de Trabajo, los Químicos y la empresa reformularon el pre-acuerdo inicial arribando a un nuevo acuerdo que fue aprobado por los afiliados, por unanimidad, en la asamblea que se desarrolló en fábrica”, indicaron
“Los representantes sindicales químicos y de la empresa pidieron la homologación al Ministerio de lo votado por los afiliados Químicos, considerando los derechos que reconoce la ley de Asociaciones Sindicales de nuestro país para el Sindicato con Personería Gremial para una actividad determinada y el propio estatuto del Sindicato Quíimico”, aclararon.
“En tiempos de COVID-19, con el sector hornos fuera de servicio por la caída de la chimenea, y la planta prácticamente parada, los trabajadores tendrán el reconocimiento del 100% de los salarios netos de bolsillo, con o sin ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción, un beneficio que otorga el Estado Nacional para pagar parte de los sueldos del sector privado)”, afirmaron.
En otro tramo también se aludió a la continuidad laboral de todos sus trabajadores, sin despidos ni suspensiones.
A pesar de tales aclaraciones, desde el SOEPU lo tildaron de mentiroso.
“No era necesario, en este momento que está pasando el Cordón Industrial, firmar este tipo de acuerdo; lo que acordaron con la empresa son suspensiones”, aludió Capa al ser consultado por la existencia de al menos treinta operarios suspendidos en la misma firma, en FM 93.5, situación que en otro medio, Barroso desmintió.
“Dan esta noticia (el convenio señalado) como una buena noticia, dicen que negociar la suspensión de los trabajadores es algo bueno”, siguió acusando el sindicalista de los petroquímicos respecto a la actuaciones de sus pares químicos.
Y ante cada consulta, se sucedían las denuncias y las acusaciones.
“Nosotros tenemos el 75 por ciento de la representatividad de los trabajadores y ellos (los químicos) el 25 por ciento”, objetó al momento de explicar por qué SOEPU sostiene que es el gremio “legítimo” en IDM, a pesar que el Ministerio de Trabajo no lo reconoce como tal y que la Justicia les dictaminó en contra.
“Todos nuestros afiliados están suspendidos; no tenemos un número preciso pero sí, son alrededor de treinta”, enumeró para caer en una contradicción, pues si la firma tiene largamente más de cien operarios y SOEPU dispone del 75 pro ciento de los afiliados, “todos” los afiliados deberían ser el doble de lo que Capa dijo al aire que tienen, es decir, no treinta sino por lo menos más de setenta.
En medio de esta puja sindical por obtener la representatividad gremial de sus trabajadores, de la que el Ministerio de Trabajo ya se expidió y la Justicia también, SOEPU insiste tozudamente en esa lucha. Ni siquiera una situación más que evidente como la paralización de la fábrica tras la caída de la chimenera y la baja de productividad que ya venía trayendo, a razón de la cuarentena y la caída de las ventas de los productos que fabricaba, como así también la merma de volumen de residuos industriales enviados por sus habituales clientes (por idénticas razones) llevaron a este gremio a acondicionarse a las alturas de las actuales circunstancias.
Hasta los aceiteros, siempre puestos como “ejemplo de la lucha obrera” por este sindicato suscribió un convenio con Vicentín por una merma salarial de 34 por ciento en los salarios de sus afiliados, a cambio de sostener los puestos de empleo.
Está claro que en IDM, alguien miente.
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