La Secretaría de Control Urbano actuó al detectarse irregularidades en la producción y por controles bromatológicos.
Por La Capital
La Secretaría de Control Urbano y Convivencia municipal clausuró una fábrica de productos de copetín venadense, ya que en el lugar se detectaron irregularidades manifiestas en la cadena de producción, elaboración, envasado, depósito y comercialización de los productos.
El municipio intensificó los controles bromatológicos ante la falta de camas en los nosocomios públicos y privados por la pandemia de coronavirus. La posibilidad de que alguna persona pueda padecer problemas de salud por consumir alimentos en mal estado hace que los controles se redoblen.
«La fábrica incumplía gravemente con normas de higiene y seguridad. Incluso se detectó la presencia de plagas, excrementos de animales domésticos, falta de higiene, irregularidades muy grandes en materia de instalación eléctrica y en el mantenimiento y limpieza del lugar», detalló la secretaria de Control Urbano, Silvia Rocha.
La funcionaria apuntó que ya se tenían denuncias contra este comercio, por lo cual se investigará cómo transcurrió el proceso de habilitación ante las múltiples irregularidades detectadas.
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