Artistas y amigos de la reconocida entidad compraron cuadros por 186.350 pesos que oxigenarán las delicadas finanzas. El remate se realizó ayer a la tarde en el teatro El Círculo
El conjunto Pro Música de Rosario recaudó ayer 186.350 pesos en una subasta de obras de arte que le sirvió para juntar fondos para enfrentar una acuciante crisis económica. El llamativo acto se desarrolló en la sala Vila Ortiz del teatro El Círculo y se realizó con la colaboración de reconocidos artistas locales que donaron sus obras para ayudar al tradicional grupo de nuestra ciudad.
Las necesidades actuales, movilizadas por una abultada deuda de 250 mil pesos y una presión constante de la Afip, lo llevaron a tomar una decisión perceptiblemente incómoda. Fuera de su rango natural de acciones. Que salió a la luz por una sensible merma en la agenda de conciertos, y por la incomprensible falta de apoyo de entidades oficiales, que se taparon los oídos mientras el conjunto caía en la inevitable opción de la subasta.
El Pro Música es una marca distintiva de la cultura rosarina, un motivo de identificación y razón de orgullo. Ayer precisó la colaboración de la ciudad y la respuesta fue contundente, a la medida del arraigo que consiguió a través de más de 50 años de un intenso recorrido musical, en el que —de la mano de Cristián Hernández Larguía— atravesaron fronteras y lograron premios y reconocimientos tanto a nivel local como internacional.
Personajes. Por eso, a medida que caía la tarde, fueron llegando al teatro reconocidas personalidades rosarinas. Destacados representantes de la cultura, sobre todo de la pintura, acudieron a la invitación. Los amigos dijeron presente y tendieron una mano.
Las obras subastadas estuvieron expuestas desde el jueves pasado en la sala Trillas del teatro de calle Laprida. Fueron exhibidas con antelación a la subasta para permitir un adecuado examen y conocimiento de las mismas de parte de los posibles compradores.
La subasta comenzó pasadas las 20 y se extendió por más de una hora y media. Contó con la conducción del extrovertido martillero César Moreno, especialista en arte.
El maestro Hernández Larguía continúa siendo el director del conjunto, a los 93 años. Ayer no estuvo en la subasta porque estaba demorado en Chile, donde perdió su documento y tenía que esperar dos días más para regresar.
La presentación estuvo a cargo de Antonieta Tomassini, quien explicó el estado de necesidad del conjunto, agradeció el apoyo de los presentes y resaltó que «a pesar de todo, queremos seguir haciendo música por 50 años más».
En el remate se ofrecieron 40 trabajos pertenecientes a Rosa Aragone, Angela Barr, Miguel Ballesteros, Mele Bruniard, Oscar Comba, Rodolfo Elizalde, Rubén Echagüe, Indiana García Guala, Marita Guimpel, Chachi Verona, Rubén de la Colina, Oscar Herrero Miranda, Ella Imoff, José María Lavarello, Matha Magnani, Jorge Massonneau, María Elena Pires Gregorio, Rodolfo Pérez González, Víctor Rebuffo, R. A. Supisiche, Pedro Sinópoli, Julián Usandizaga y Jorge Vila Ortiz, entre otros.
La obra por la que más recaudaron fue la de Ballesteros (Déborah en azules), un óleo sobre tela del año 2010, por el que pagaron 18 mil pesos. Precisamente, el autor de la obra estaba presenciando el evento.
Las obras se vendieron de acuerdo a las costumbres internacionales. Y los que adquirieron obras sólo abonaron un 10 por ciento del monto de venta y luego arreglaron con la institución organizadora los modos de pago para el resto.
Con este panorama de angustia financiera, y con el palpable guiño de fuerza, esperanza y optimismo que le inyectó la subasta de ayer, el grupo está necesitando una ley que genere recursos para poder sostener el funcionamiento de este tipo de entidades culturales.
Sin dudas, el Pro Música se llevó anoche mucho más que un poco de dinero para afrontar sus desfasajes. Consiguió el sentido abrazo de una ciudad entera que quiere seguir gozando de sus conciertos.
Un grupo que es un sello de la cultura local
El conjunto Pro Música es un sello cultural de la ciudad. Fue fundado en 1962 por su actual director, Cristián Hernández Larguía. En el inicio, centró sus tareas en la formación especializada y la consolidación de un ensamble vocal e instrumental dedicado con exclusividad a la música antigua (Pro Musica Antiqua).
A cinco años de su creación, recibió un premio en Arezzo (Italia), que le sirvió para potenciar y proyectar sus acciones alrededor del mundo. Fue premiado local e internacionalmente.
Sus giras por otros continentes provocaron un reconocimiento del público y la crítica especializada. Tiene 21 grabaciones editadas entre música medieval, renacentista y de Navidad.
En 1969 nació el Pro Música Niños, grupo compuesto por 8 miembros del Pro Música Antiqua que fue organizado para promover la formación musical desde temprana edad, y que realiza espectáculos didáctico-musicales para niños.
En 1972 se creó el Instituto Pro Música de Educación Musical, organismo dedicado a la educación musical de niños, adolescentes y adultos. En los últimos años concretó la formación de otros dos organismos: el Pro Música Barroca y el Grupo de Danzas Renacentistas. Y en 1995, el Pro Música Gregoriana, bajo la dirección de Claudio Morla.
El trabajo de este conjunto (hoy cuenta con 30 integrantes) es puramente vocacional, siendo reconocido como ONG y declarado Entidad de Bien Público Nacional y Municipal, en mérito al nivel y a la magnitud de la obra cultural que desarrolla.
FUENTE;LA CAPITAL
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